Inmarcesible


Lentamente desvanecí
sobre el ciclo que concluyó,
la arena me envolvía entre sus brazas
haciéndome creer en falsas esperanzas.

Nuevamente me sentí invisible,
insegura y minimizada
por pequeñeces que agrandaba.

No perdí el aliento
mientras supuraba en dolor,
fue cuando conocí
el verdadero amor.

No el que se restriega en la cara,
no el que te calla cuando amas,
no el que se anida en celotipia, 

No... 

Ese amor que no carcomía,
ese amor que valía la vida,
ese amor con mucha complicidad,
ese amor que se hizo realidad.

De lunes a domingo,
de enero a febrero,
es a ti quien quiero.

Ver crecer tus infinitas virtudes,
ver tus pecas sobre el sol y sonreír al contarlas,
vernos feliz y declamarlo al cielo
porque por ti, yo muero.






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