4 am

Son las 4 de la mañana y no puedo dormir de tanto pensar en ti. El frío arrastra sobre mis hombros su gélido aliento; los búhos dejaron de cantarle a la noche, las aves comienzan a salir de sus nidos habilitando sus sentidos para un nuevo día. 

La luna se esconde hábilmente sobre el manto de la tierra para que nazca más tarde y sea la luz verdadera.

Mientras tanto, tú estás del otro lado de las montañas, a cientos de kilómetros, cosechando triunfos asustando a las derrotas, con esa luz despabilada por luciérnagas, no puedo creer que seas una mujer eterna, eterna por tu voz, por tu mirada, por el canto de tus murmullos, por el roce de tus dedos sobre mi piel descascarada.

Si existiera una palabra para describir todo lo que siento por ti, no podría hacerlo, sólo con mirarte a los ojos le respondería a todos. 

Eres sacada de mi sueño más profundo, sin ser pesadilla en el inframundo. Recorres veredas con tus palabras, aniquilas duendes y demonios como en un cuento de hadas. Eres la super heroína de hoy en día, y no te cambiaría por nada en esta vida.

Son las 4 de la mañana y no puedo dormir de tanto pensar en ti...

Foto: Aurora